¿Senderismo con niños? ¡Más divertido!

¿Senderismo con niños? ¡Más divertido!

Uno de los principales motivos de practicar senderismo con niños, es que es una de las formas más eficaces y naturales de liberar estrés y combatir la rutina, a la vez que disfrutas de la naturaleza y conoces nuevas rutas que te ofrece cada rincón. Sin embargo; lo mejor de esta práctica es que puedes ir acompañado, lo que hace de esta aventura un buen momento para compartir emociones y experiencias y qué mejor que aprovecharlo en familia, junto a los más pequeños. Un buen paseo puede sustituir cualquier tarde de parque. Si para un adulto resulta gratificante explorar lugares desconocidos, hacerlo con niños será mucho mejor y más aún cuando se comienza desde temprana edad, ya que estarán en permanente contacto con la naturaleza y podrán desarrollar los estímulos que nos ofrece el medio ambiente.

Para que esta nueva experiencia te resulte cómoda y agradable, te proponemos una serie de consejos que te permitirán aprovechar tu viaje al máximo y prever todos aquellos inconvenientes que puedan surgir durante la ‘pequeña’ aventura.

1.-  Dado que ya no viajamos solos…debemos adaptar el viaje según la edad del niño

En el caso que realicemos la ruta con un bebé, será mejor optar por mochilas ergonómicas (portabebés) y procurar que el trayecto sea más corto y ligero. Si se trata de niños de 2 años o más, las rutas también deberán ser fáciles y de corta distancia, además de hacer pausas de descanso cada cierto tiempo. A medida que los niños crezcan se podrá optar por rutas más largas y con algo más de desnivel.

2.-  Escoge un ruta divertida

Debemos buscar rutas que no sean monótonas con lugares desérticos o llanos, los niños necesitan más diversión, por lo que escogeremos aquellas zonas con lugares interesantes y que les pueda entretener, como cuevas, rocas, arroyos o pasadizos.

3.-  Asegúrate de llevar calzado y ropa adecuada

Debemos proteger a los niños, por lo que el calzado y la ropa deben adecuarse al tipo de terreno de nuestro viaje. No te olvides de la protección solar y de llevar agua y comida suficiente para aguantar la ruta. Echar un pequeño botiquín nunca está demás.

4.-  Lo mejor es estudiar el clima y las condiciones de cada ruta

Esto nos permitirá estar más preparados y no encontrarnos con sorpresas. Elegir el día es fundamental, igual que conocer muy bien el itinerario que debemos seguir, localizar las zonas donde podemos descansar o parar a comer. Hay rutas para cada estación del año, averigua cuál es la que mejor se adapta a ti y busca opiniones por medio de otras experiencias.

5.-  Planifica la excursión junto al niño

Esto hará que aumente su interés y curiosidad de conocer el lugar, muéstrale fotos de la zona, háblale sobre cosas que podréis ver y hacer. Preparar la mochila juntos es una buena idea.

6.-  Los niños también pueden ser buenos guías

Por lo que también deben formar parte en las decisiones de qué camino elegir, déjalos que preparen su propio kit de explorador y que vuele su imaginación.

7.-  Convierte cada ruta en divertidas enseñanzas

Busca información y curiosidades de los lugares que vayáis a visitar, así podrás hacer más ameno el trayecto contándoles sobre aquello que veáis por el camino, fíjate en lo que más les llame la atención y transfórmalo en bonitas historias.

8.-  Olvida los kilómetros

Tómate tu tiempo y disfruta. Un viaje con niños lo que menos necesita es pensar en la distancia, por lo que dedica todo el tiempo que sea necesario sin pensar en las paradas o descansos, al final de todo se trata de aprovechar y disfrutar junto a ellos. Busca lugares donde los niños puedan descansar cómodamente o parar a comer, mientras disfrutan de la naturaleza.

9.-  Respeto al medio ambiente

Y quién mejor que los padres para dar ejemplo, los niños imitan lo que hacemos, por lo que aprovechar para enseñarles a cuidar la naturaleza es una gran idea. Cuéntales la importancia de cuidar a los animales, de no arrojar los desperdicios de comidas y también del peligro de los incendios.

10.-  ¡Déjalos ser libres!

Si bien es cierto que los padres tienen mil ojos, también es cierto que no hay nada más bonito que verles disfrutar y ser felices, por lo que olvídate de que no se ensucien, o que no se suban a un árbol y toquen cosas de todos lados. Están en la naturaleza y por mancharse no pasará nada.

 

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