Ruta en autocaravana por el Valle de Almanzora

Ruta en autocaravana por el Valle de Almanzora

Ruta en autocaravana por el Valle de Almanzora. Una sorpresa en el interior de Almería.

Artículo de Manuel Horcajo – Autofacil.es

Entre huertas, almendros, canteras de mármol y torres nazaríes, el Valle de Almanzora, en el interior de Almería, nos depara un sinfín de posibilidades para recorrer su historia, sus pueblos y su gastronomía con nuestra autocaravana.

Encontrar paraísos de los que no se habla con mucha insistencia en guías turísticas y publicaciones de viajes es todo un reto. Pero, por suerte, aún quedan algunos rincones con mucha personalidad y alejados del turismo de masas que son un tesoro para quienes buscan nuevas experiencias. Uno de ellos es el valle del Almanzora, en el interior de Almería, con paisajes y ambientes que son auténticos desconocidos para la mayoría.

Si recorremos la A-334 desde Baza o desde la Estación de Hijate en la frontera con Granada hasta Huércal-Overa encontraremos un trayecto salpicado de huertas, almendros y llanuras y pintado casi por completo de blanco, igual que su mármol, que ha dado a los pueblos del valle del Almanzora una personalidad y paisajes propios.

Merecen una parada localidades como El Hijate, en el margen izquierdo del río Almanzora, con su torre de El Ramil, construida en época nazarí para vigilar, defender y avisar en caso de ataque a los pueblos vecinos, que de día se comunicaban con humo y de noche con reflejos de luz gracias a espejos, y ahora es Bien de Interés Cultural. Durante el paseo se disfruta del paisaje que forman sus almendros, todo un espectáculo cuando están en flor. Y si queremos mimar el estómago, hay que probar el estupendo jamón de esta zona, cuyo secreto dicen que se encuentra en la Sierra de los Filabres y Las Estancias, a más de 1.000 metros de altitud, con una climatología perfecta para secar y curar toda clase de chacinas.

Otro imprescindible de la ruta es Serón y su espectacular castillo, desde donde hay una perfecta panorámica en la que aparecen las casas encaladas colgando de la ladera. O Tíjola, con una original plaza Mayor además de su famosa piscina natural, conocida como Balsa de Cela, donde disfrutar del lujo de poder darse un chapuzón en aguas termales. Y Purchena, de donde no podemos irnos sin visitar la Alcazaba y el Museo Municipal de Arqueología Islámica. Tíjola es un buen ejemplo de cómo apuesta por facilitar la estancia a los usuarios de autocaravana, con una zona específica para pernoctar.

Unos kilómetros más adelante encontraremos Olula del Río, con varios rincones con tanta personalidad como los de las iglesias de San Sebastián y de Nuestra Señora de la Asunción. Estamos ya muy cerca de Macael, el punto principal de la comarca del mármol, en donde veremos un extraordinario paisaje formado por sus prestigiosas canteras. Y si aún queda tiempo, podemos cerrar la ruta en otro imprescindible de la zona, Huércal-Overa, donde veremos su inconfundible torre de vigía nazarí dándonos la bienvenida.

Dónde dormir

En Tíjola encontraremos un área para autocaravanas con los servicios básicos que podamos necesitar para poner a punto el vehículo.

Fuente: Autofacil.es – Manuel Horcajo