Iglesia construida con devoción a la virgen del Carmen, si por algo destaca esta iglesia, es por lo singular de su procesión, ya que no dispone de un recorrido ni de una duración aproximada, por tratarse de una procesión a puja (subasta).
Es una procesión normal, con la diferencia de la existencia de unos mayordomos, que todos los años cambian y que acogen el cargo con cariño y devoción, se encargan de dirigir la procesión.
Estos mayordomos sacan a puja (apuesta) quién va a sacar a la virgen desde la iglesia
¡¡30 euros para coger la virgen!! Puede gritar cualquier acompañante de la virgen,
¡¡Subo a 40 euros!!
Tras unos metros recorridos con la Virgen se vuelve a sacar a subasta con el mismo sistema.
También se puja para que la Virgen pase por una calle o por otra, el que más pague decidirá el trayecto de la procesión, incluso si alguien quiere que se pare en su puerta deberá pagar y además, volver a pagar para que continúe.
Ese dinero se destina a pagar reparaciones en la iglesia, mejoras en la imagen, etc.