Líjar es un paraíso oculto en la Sierra de los Filabres (Almería), si buscas escapar del ajetreo de la ciudad y sumergirte en la tranquilidad de la naturaleza, Líjar es el lugar perfecto para ti. Este pequeño pueblo andaluz es un verdadero tesoro que te dejará con ganas de volver una y otra vez.
Este pueblo decidió declarar la guerra a Francia en 1883. Este enfrentamiento infrecuente duró cien años hasta que se firmó la paz entre ambos el 30 de octubre de 1983. Aunque la guerra no tuvo consecuencias graves, sí que dejó un legado de valentía y coraje en el pueblo.
Lo primero que llama la atención al llegar a Líjar es su impresionante castillo, construido en el siglo XXI. Desde allí, se puede disfrutar de unas espectaculares vistas de la Sierra de los Filabres y el Valle del Almanzora.
Pero el encanto de Líjar no se detiene en el castillo. El pueblo está rodeado por hermosos paisajes naturales, perfectos para hacer senderismo, ciclismo de montaña y otras actividades al aire libre. Una ruta que no te puedes perder es su Camino Empedrado que se conserva desde el siglo XIX y es un lugar perfecto para disfrutar de un paseo lleno de paz y naturaleza.
Pero Líjar también es famoso por su gastronomía, especialmente por sus productos locales destacando sus huertos y corrales. La fritá de calabaza, el revoltillo de tomate y las talbinas de la zona son de una calidad excepcional y aun se mantienen en el recetario popular.
En resumen, Líjar es un destino que lo tiene todo: historia, naturaleza, aventura y gastronomía. Además, su proximidad a la sierra y a otros puntos turísticos de la zona lo hacen un punto de partida perfecto para explorar el Valle de Almanzora. No te pierdas la oportunidad de visitar este pequeño edén oculto y descubrir todo lo que tiene que ofrecer.